La interiorista Laura Cabré recibe el encargo de realizar una reforma parcial por parte de una joven pareja, ubicados en la bonita ciudad medieval de Manresa con un interesante patrimonio histórico y arquitectónico

Los requisitos que solicitan son el cambio del pavimento y todo el mobiliario de la cocina, el color blanco debe estar presente en casi la totalidad de la reforma.

La interiorista realiza la propuesta de abrir la cocina al salón y así crear un espacio único conectado entre sí, con esta intervención se persigue crear un dialogo entre ambos espacios generando una mayor amplitud visual, permitiendo una mayor entrada de luz natural en uno y gran espacio. Además, propicia la comunicación entre todos los miembros de la unidad familiar al eliminar todas las barreras arquitectónicas Para ello se procede al derribo del tabique, al mismo tiempo se desplazan las instalaciones del esplit de aire acondicionado que estaban anteriormente ubicadas en ese mismo tabique.

Se diseña una bella y cómoda isla de trabajo para facilitar el desarrollo de las tareas culinarias, porque la propietaria es una amante de la cocina. Se incorporan 3 taburetes altos con buen respaldo en color tabaco. El resto del mobiliario se diseña y se organiza en base a sus requerimientos con grandes y amplios cajones para almacenaje y un fregadero xxl. Todo cubierto con una encimera de porcelánico Idylium, con suave dibujo veteado beige y blanco muy en armonía con el resto del mobiliario blanco. Grifería cromado mate Grohe.

Se realiza una nueva instalación con dos rieles de focos leds, con el objetivo de mejorar la iluminación y enfatizar la luz en ambas mesas, tanto la de la isla como la nueva mesa contigua a la isla. Se opta por una pieza de madera maciza con patas de hierro, las cuales hacen referencia a la viga estructural de hierro colindante a la misma.  

Se instalan nuevos radiadores de calefacción, así como una nueva caldera con mayor capacidad.

Procedemos a la instalación del nuevo pavimento con un porcelánico muy práctico en manteamiento y limpieza, simula los efectos de la cálida madera, y luego se remata con un zócalo blanco.

Se instalan nuevas puertas de todo la vivienda.

Y por último la interiorista diseña un bonito panelado realizado a medida, compuesto de una puerta enrasada que da acceso al resto de las habitaciones, un armario oculto para zapatero, un armario para el interfono y el cuadro de luces, y debajo se finaliza con un listando vertical que esconde los radiadores. Creando un efecto visual de una gran superficie de madera blanca completamente lisa amplia e integrada, donde los elementos prácticos menos estéticos quedan ocultos logrando crear bonita entrada que se integra con el resto del nuevo salón -comedor.

Se añaden elementos decorativos como cojines plaid y puff en color tabaco que aportan calidez al ambiente. Jarrones de cerámica y bandejas de madera, cestos mimbre.

El resultado es un espacio amplio donde ahora se respira una bonita armonía y una gran entrada de luz natural. Espacio minimalismo cálido